Bacterias
Bacteria (del
griego, bakteria, `bastón'), nombre que reciben los
organismos unicelulares y microscópicos, que carecen de núcleo diferenciado y
se reproducen por división celular sencilla.
Las bacterias son muy pequeñas, entre 1 y 10 micrómetros (µm) de
longitud, y muy variables en cuanto al modo de obtener la energía y el
alimento.
Cuando las bacterias y otras células alcanzan un tamaño y un
metabolismo crítico, se dividen y forman dos células hijas idénticas; cada una
de éstas recibe aproximadamente la mitad de la masa celular de la célula
original, y comienzan a crecer. Una bacteria puede llegar a dividirse cada seis
minutos, y formar con rapidez una colonia que es visible para el ojo
CLASIFICACIÓN
En el actual sistema de clasificación en cinco reinos, las
bacterias pertenecen al reino Móneras, cuyos miembros son organismos
procariotas, que se caracterizan porque las células carecen de un núcleo con
una membrana diferenciada que lo rodee. Se conocen unas 1.600 especies. Las
bacterias se suelen clasificar siguiendo varios criterios: por su forma, en
cocos (esféricas), bacilos (forma de bastón), espiroquetas y espirilos (con
forma espiral); según la estructura de la pared celular; por el comportamiento
que presentan frente a la tinción de Gram; en función de que necesiten oxígeno
para vivir o no (aerobias o anaerobias, respectivamente); según sus capacidades
metabólicas o fermentadoras; por su posibilidad de formar esporas resistentes
cuando las condiciones son adversas, y en función de la identificación
serológica de los componentes de su superficie y de sus ácidos nucleicos.
GENÉTICA
El material genético de la célula bacteriana está formado por
una hebra doble de ADN circular.
Una bacteria simplificada está formada por tres capas externas
que envuelven las estructuras internas; la capa pegajosa protege la pared
celular rígida, que a su vez cubre la membrana celular semipermeable.
El material genético está contenido en el ADN que forma el nucleoide.
Los ribosomas que flotan en el citoplasma intervienen en la síntesis de
proteínas.
Muchas bacterias poseen también pequeñas moléculas de ADN
circulares llamados plásmidos, que llevan información genética, pero, la
mayoría de las veces, no resultan esenciales en la reproducción. Muchos de
estos plásmidos pueden transferirse de una bacteria a otra mediante un
mecanismo de intercambio genético denominado conjugación.
METABOLISMO BACTERIANO
Hay dos grupos principales de bacterias: las saprofitas, que
viven sobre los cuerpos muertos de animales y vegetales, y las simbiontes, que
viven en animales o plantas vivas.
Las saprofitas son importantes porque descomponen los cuerpos de
las plantas y animales muertos en sus componentes esenciales, haciéndolos
accesibles para ser utilizados como alimento por las plantas. Muchas bacterias
simbiontes se encuentran, en condiciones normales, en los tejidos humanos,
incluso en el tubo digestivo y la piel, donde pueden resultar
BACTERIAS PATÓGENAS
Casi 200 especies de bacterias son patógenas para el ser humano,
es decir, causantes de enfermedades. El efecto patógeno varía mucho en función
de las especies y depende tanto de la virulencia de la especie en particular
como de las condiciones del organismo huésped.
Entre las bacterias más dañinas están las causantes del cólera,
del tétanos, de la gangrena gaseosa, de la lepra, de la peste, de la disentería
bacilar, de la tuberculosis, de la sífilis, de la fiebre tifoidea, de la
difteria, de la fiebre ondulante o brucelosis, y de muchas formas de neumonía.
Hasta el descubrimiento de los virus, las bacterias fueron consideradas los
agentes patógenos de todas las enfermedades infecciosas.
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